La crisis nos ha afectado a todos por igual, pero sobre todo nos ha afectado a los jóvenes, una de las caras más oscuras de la crisis que tenemos en estos momentos, son las cifras enormes de la lista de parados jóvenes.
El año pasado escuchamos que para llegar a un acuerdo empezábamos el llamado el Diálogo social, un diálogo que la patronal se tomó como un partido de pádel de esos que les gusta tanto a nuestro amigo Díaz Ferrán, no hubo acuerdo entre patronal y sindicatos, pero claro, ¿cómo íbamos a llegar a un acuerdo cuando lo que querían era abaratar el despido de un trabajador? ¡Eso jamás! Si se quieren ahorrar algo que se bajen sus sueldos, ¡no los nuestros!
Os acordáis del anunció del turrón de cada navidad “Vuelvo a casa por Navidad", pues bien, muchos de los jóvenes que se habían emancipado de casa de sus padres, porque tenían un buen sueldo y se podían permitir un alquiler o poder pagar una hipoteca, muchos de estos jóvenes ahora están haciendo cola en el INEM y claro ya no pueden permitirse el lujo de vivir en alquiler o de pagar esa hipoteca, así que han tenido que llamar a casa de sus padres y decirles: “Hola papá y mamá vuelvo a casa otra vez". Esta es otra verdad de nuestra crisis los ex emancipados, ya tenemos otra clase social.
Si miramos las listas del paro y nos fijamos en las cifras, ya hemos dicho que un gran porcentaje somos jóvenes. Jóvenes preparados y formados, y digo formados porque muchos de nosotros o tenemos un ciclo de grado medio o superior, o bien tenemos estudios universitarios. Nos dicen nuestros mayores que somos la generación mejor preparada para acceder al mundo laboral y nos preguntamos ¿de qué nos sirve el esfuerzo que muchos de nosotros hemos hecho para conseguir pagarnos una carrera universitaria o un ciclo, si después no podemos acceder a un mercado de trabajo?
Hace unos meses escuchando un programa de radio, escuché unas declaraciones de un dirigente de una organización política juvenil que decía las siguientes lindezas: en concreto, que los jóvenes que estábamos en el paro éramos unos vagos porque ya nos estaba bien estar en el paro y cobrando y que por ese motivo no buscábamos trabajo ni aceptábamos determinados tipos de trabajos.
Hoy 1 de mayo le contestamos que no aceptaremos un trabajo precario, con un sueldo que no se contemple en nuestro convenio laboral, creemos en el convenio colectivo como la única arma que tiene un trabajador para enfrentarse al empresario.
Es hoy que por primera vez en la comarca del Barcelonés Nord, hemos celebrado una muestra de entidades sindicales laborales y estudiantiles, porque queremos acercar estas entidades a los jóvenes de nuestra comarca.
Siempre nos dicen que los jóvenes somos el futuro, y sí, tenemos que decir que es verdad. Tenemos la necesidad de recoger el relevo de nuestros padres en los derechos laborales del futuro, hemos de ser nosotros los que ahora salgamos a manifestarnos por nuestra futura vida laboral y estudiantil.
SOMOS OBREROS Y SOMOS LA CLASE PREFERENTE
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